Envíos desde 3,95€ / Gastos de envío gratis a partir de 80€

Carrito / (productos) Total 0,00 € 0
 x 

Tu carrito está vacío

No se han creado etiquetas todavía.

SUSCRIBIRME AL BLOG

Relato: Isabel

Relato: Isabel

Continuamos con la recopilación de algunos de los relatos finalistas de nuestro I Certamen literario "Pequeño Tolkien". Su autor es Iván Lez de 2º de E.S.O. del I.E.S. "Sierra del Valle", La Adrada (Ávila).

 

ISABEL

 

Era una noche fría y oscura, en la que andaba solo por los caminos de tierra. huía de los insultos y amenazas de los señores de los feudos, personas frías de carácter. La razón de sus desprecios hacia mi persona, era mi defecto, me faltaban los brazos. yo era el único que quedaba con una tara en la villa, los demás habían muerto a manos de los nobles. todos mis amigos, familiares y muchos mas ya no estaban conmigo. estaba solo , sin nadie a mi lado, salvo con unas personas decentes me cogieron en sus chozas. todas las noches me preguntaba, que porque no todas las personas podían tener calidad cristiana con los mas débiles.
_No es justo.-dije-. No es justo que nos traten así, no es justo que yo no tenga brazos, no es justo…..Estaba totalmente hundido en la miseria, no podía mas. Ni siquiera me quedaba un real para poder sobrevivir.
Estaba claro que me quedaba poco tiempo para morir.

__ Que voy a hacer ahora, me pregunte. Mi vida ya no tiene sentido.
Oí una voz :
_Yo en tu lugar no lo haría.
Alguien me había leído la mente.
_ ¿Quién hay ahí? dije_
_ tranquilo no se asuste caballero
_No sabia quien era pero parecía buena persona.
_ ¿me puede ver?
_No pero aguarde, encenderé una vela.
_Espere! _ dijeron mucho miedo, al saber que si me viera se asustaría y me llevaría a los guardias .Se encendió la vela, era una mujer de ojos verdes como la yerba melena dorada, brillante como el oro.
_ Socorro._ Grito la mujer_.
_Espere por favor , espere ¡ La mujer paro de gritar.
_¿Quien es usted?_ me pregunto_
_ Nadie importante._conteste_
_ ¿es un monstruo?
_ No que va, eso ni se pronuncia. Solo soy un pobre hombre al que le faltan los brazos.
_mmm…._Murmuro la mujer_
_¿ es que acaso no me creías?_No sabia quien era esa mujer, ni Sequeira sabia porque hacia tantas preguntas .
_ Llevaba buenos ropajes y de ella colgaban montones de perlas.
Era una noche fría y oscura, en la que andaba solo por los caminos de tierra. Huía de los insultos y amenazas de los señores de los feudos, personas frías de carácter. La razón de sus desprecios hacia mi persona, era mi defecto: me faltaban los brazos. Yo era el único que quedaba con una tara en la villa, los demás habían muerto a manos de los nobles. Todos mis amigos, familiares y muchos más ya no estaban conmigo, estaba solo , sin nadie a mi lado salvo con unas personas decentes me acogieron en sus chozas. Todas las noches me preguntaba, que porque no todas las personas podían tener caridad cristiana con los mas débiles.
_No es justo.-dije-. No es justo que nos traten así, no es justo que yo no tenga brazos, no es justo…..Estaba totalmente hundido en la miseria, no podía mas. Ni siquiera me quedaba un real para poder sobrevivir.
Estaba claro que me quedaba poco tiempo para morir.

__ Que voy a hacer ahora, me pregunté. Mi vida ya no tiene sentido.
Oí una voz :

_Yo en tu lugar no lo haría.

Alguien me había leído la mente.

_ ¿Quién hay ahí? dije_

_ Tranquilo no se asuste caballero.

No sabia quien era pero parecía buena persona.
_ ¿me puede ver?
_No pero… aguarde, encenderé una vela.

_Espere! _ sentí mucho miedo al saber que si me viera se asustaría y me denunciaría a los guardias .
Se encendió la vela, era una mujer de ojos verdes como la yerba y melena dorada, brillante como el oro.
_ ¡Socorro!_ gritó la mujer_.

_Espere por favor , espere…
La mujer dejó de gritar.
_¿Quien es usted?_ me preguntó
_ Nadie importante._contesté
_ ¿Es un monstruo?
_ No que va, eso ni se pronuncia. Solo soy un pobre hombre al que le faltan los brazos.
_mmm…._murmuró la mujer_
_¿ es que acaso no me creías?
No sabia quién era esa mujer, ni siquiera sabía porqué hacía tantas preguntas .
Llevaba buenos ropajes y de su cuello colgaban montones de perlas.
_¿Es de la realeza? _ pregunté
_¿Acaso lo duda?
_No, por supuesto que no, señora.
_¿qué hace usted solo aquí , por la noche?
_Habito en este lugar._contesté
_¿Cómo dice?_Se quedo sorprendida ante mi contestación.
_ Como lo oye. _
La mujer seguía sorprendida. Al cabo de unos minutos continuó con su interrogatorio
_ ¿Cuál es tu nombre caballero?
_Y eso a usted que le importa, ya estoy harto de sus preguntas.
_Está bien, ya me voy._ dijo la mujer
Estaba harto de ella, pero alguien en mi interior me decía que no la dejara ir.
_ Mi nombre es Gonzalo._dije al fin
_Isabel es el mío ._ contestó la mujer
_ Ella me acerco la mano hasta la barbilla y yo se la besé. Isabel enrojeció.
_ Por cierto, ¿qué hace una dama como usted en medio del campo?
_ Señora, no dama. Estoy aquí porque quiero ser libre.
_ Disculpe si la he molestado, señora, ¿A qué se refiere con eso de “quiero ser libre”?
_No tengo porqué contestarle.
_Sí, porque yo he contestado a sus preguntas, usted debe responder a las mías.
_ Como quiera. Vivía en un castillo pero me marché porque no soportaba sentorme encerrada.
_Entonces, ¿es usted princesa?
_ Y pronto reina si los guardias me encuentran.
_ Lo siento de veras.
Estaba muy preocupado por ella.
De repente una criatura extraña salió entre los árboles. Era un unicornio.
Isabel le llamó. El unicornio se acercó a ella.
_ Es mi mejor amigo, nunca me separo de él. ¿Quieres montarlo?
_ ¡Por supuesto!
_ Quiero llevarte a un lugar. Isabel pronunció unas palabras en un lenguaje extraño y se abrió un agujero en el suelo.
_ Entra_ me dijo. Yo afirmé con cabeza.
Al fondo brillaba una luz . Dentro del lugar ya no me sentía extraño, todos eran como yo, todos tenían un defecto, pero aún más extraños que los míos.
_ ¿Qué tal te sientes?_ me preguntó Isabel.
_Soy feliz en este lugar_ le contesté.
Ella me besó:
_Te quiero.
_Yo también te quiero.

Pestañeé durante un segundo y, al abrir de nuevo los ojos, volví de nuevo al lugar donde me hallaba: la mazmorra donde esperaba que me llevaran a la hoguera.
Aunque fuera un sueño, al menos había pasado un momento feliz.
Nunca olvidaría a esa mujer, Isabel. Sus ojos verdes, entre la multitud, fue lo último que vi en mi primera vida mortal.

0
X-Wing - Wave 11
Relato: Daemonium

Comentarios

 
No hay comentarios por el momento. Se el primero en enviar un comentario.
¿Ya està registrado? Ingresa Aquí
Invitado
Viernes, 29 Marzo 2024
Si desea registrarse, por favor rellene los campos de nombre de usuario y nombre.

Imagen Captcha

logobottom

Atención al cliente

Menú Principal

Las cookies nos permiten ofrecer nuestros servicios. Al utilizar nuestros servicios, aceptas el uso que hacemos de las cookies.