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En la Era de los Mitos, mucho antes del reinado de Sigmar Heldenhammer, los dioses caminaron entre mortales por los nueve reinos. Una de estas deidades era Kragnos, el Terremoto Viviente, el más grande de los centauros Drogrukh, que se zampó las ofrendas de tuétano de monstruo y ambaróseo hasta que el verdadero poder divino corrió por sus venas. Derrotado y apresado por los últimos príncipes Draconith y el slann Lord Kroak, Kragnos se pasó años incontables bajo una montaña hasta que el Rito de la Vida de Alarielle destruyó su prisión y liberó al dios. Ahora libre para continuar su frenesí, el Fin de los Imperios cruza los reinos en una tormenta de violencia que hace temblar el suelo.