Los Custodian Wardens son conocidos entre sus camaradas por ser vigilantes sensatos y de paciencia infinita. Al aceptar la túnica que denota su puesto, juran luchar como centinelas inamovibles, fortalezas vivientes de auramita y músculo que ningún oponente podrá jamás superar. El juramento que hace cada Warden es personal, escrito por el propio Custodian tras un año entero de meditación y contemplación sobre los acantilados de la Torre del Patíbulo. Romper esos juramentos sería peor que la muerte para esos guerreros, y su determinación por cumplirlos hace que sus formidables mentes adopten una intensidad estremecedora.
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